Ya transcurrió más de una década desde la aparición de las criptomonedas y las opiniones sobre su futuro aún siguen siendo muy diversas. Algunos expertos aseguran que a largo plazo, todas las transacciones se realizarán bajo este tipo de divisas, mientras que otros se mantienen más escépticos y afirman que podría desaparecer. Actualmente, las criptomonedas están en un crecimiento constante año tras año, hasta llegar a ser un factor relevante para las economías internacionales. En los próximos apartados vamos a profundizar un poco más sobre cómo lo están haciendo en los mercados y qué recepción ha tenido hasta el momento.
Criptomonedas vs divisas tradicionales
No existe ningún secreto: actualmente, la gran mayoría de las transacciones se realizan con alguna moneda tradicional como el dólar o el euro. Estas divisas “físicas” concentran casi todo el mercado, aunque poco a poco está perdiendo popularidad entre las personas que buscan invertir o ahorrar su dinero. Al igual que las antes mencionadas, las criptomonedas pueden ser utilizadas para la compraventa de bienes o servicios, aunque no han sido aceptadas a nivel mundial como un medio de pago oficial. No obstante, poco a poco los establecimientos están comenzando a permitir pagos con este tipo de divisas, por lo que vale la pena proyectar un crecimiento a futuro.
A continuación, revisaremos sobre algunas de las ventajas principales que encontramos en torno a las criptomonedas:
Visión integral: Al no encontrarse vinculadas con ninguna economía o política específica, las criptomonedas se convierten en activos mundiales y unificados a escala global. Cualquier persona del planeta puede realizar un envío o transferencia a otra, sin importar la distancia y sin restricción alguna.
Volatilidad: A pesar de que podría considerarse como un factor negativo, lo cierto es que la variación de su precio abre las puertas a la especulación y un potencial negocio.
Descentralización: Dado que no existe ningún mercado que regule la circulación de las criptomonedas, éstas cotizan en el mercado las 24 horas del día.
Transparente: El mecanismo por el cual se validan las criptomonedas y sus respectivas transacciones, brinda la seguridad necesaria a los inversores y evita falsificaciones.
Ahora bien, no todo puede ser color de rosas en el mundo cripto. También pueden observarse algunos factores que restan puntos a las criptomonedas:
Aceptación: A pesar de que este tipo de divisas se encuentra en un mercado cada vez más amplio, su valor se encuentra asociado a la oferta de la demanda de las mismas, motivo por el cual existen dudas sobre su futuro a largo plazo.
Volatilidad: Aunque ya se mencionó como ventaja, un valor extremadamente volátil también puede acarrear algunas pérdidas económicas, sobre todo para aquellos inversores novatos que cometieron el error de adquirirlas o venderlas en un momento inadecuado.
Como podemos observar, pueden ser una alternativa mucho más atractiva para realizar diversas transacciones.
Criptomonedas bajo contexto de crisis
La crisis económica financiera de 2008 y los posteriores períodos de incertidumbre también impulsaron una profunda recesión de carácter mundial. Esta caída se replicó en todos los mercados de valores alrededor del mundo, y no resulta extraño el hecho de que, casualmente, en ésta época haya aparecido la primera criptomoneda: el bitcoin.
Esta tormenta económica resultó ser perfecta para el surgimiento de esta alternativa a las divisas tradicionales, aunque desde el nacimiento de internet ya habían habido muchos intentos de crear divisas digitales. Satoshi Nakamoto logró este objetivo, con la ambiciosa idea de proporcionar un medio de pago que permita transacciones de bajo coste y que no sean intervenidas por ninguna institución pública.
En 2009 se realizó el primer cambio de dólares por esta moneda virtual, con una tasa de cambio que prácticamente igualaba ambas divisas. No pasó mucho tiempo para que el Bitcoin lo superar ampliamente, pasando sin problemas por la barrera del millón de dólares.
Los primeros años de vida de las criptomonedas debieron atravesar lo que muchos expertos conocen como “fase de escepticismos”. Esto provocó que únicamente emprendedores o desarrolladores de esta tecnología lo utilizaran. Sin embargo, con el tiempo, cada vez más personas se vieron atraídas por su gran potencial.
Esto causó que muchos medios de comunicación difundieran sobre esta tecnología, y como consecuencia, existió un mayor entusiasmo a nivel del público en general. Los inversores que inicialmente habían comenzado con las criptomonedas, recogieron sus beneficios con grandes retornos.
Las criptomonedas en los mercados internacionales
Las criptomonedas se están convirtiendo en una realidad que seguramente formará parte de la vida cotidiana a mediano o corto plazo. Algunos Estados están depositando sus estrategias sobre este tipo de divisas, muchas de ellas pueden ser muy interesantes y creen que marcará el rumbo del intercambio de valores.
El Salvador, por ejemplo, fue uno de los países con mayor apertura a las criptomonedas e incluso llegaron a denominarlas como una moneda de curso legal. En 2021, las autoridades del país habían anunciado que impulsarían la inclusión económica, en un país donde el 70% de los residentes no tenía cuenta bancaria, y posiblemente impulsará la economía.
Algunos meses después de esta decisión gubernamental, la población aún se encuentra en un período de adaptación para implementar esta iniciativa. La escasa educación financiera fue una de las dificultades más importantes, aunque como en la mayoría de las tecnologías, se trata de una curva de aprendizaje que deben atravesar.
Otros gobiernos como Brasil y China, están buscando crear criptomonedas de sus monedas oficiales: el real y el yuan. El Instituto Nacional de Investigación Financiera de la Universidad de Tsinghua indicó oficialmente, que esta decisión podría reducir en menos de un 40% el uso de efectivo. En el caso de China, este proyecto está en una fase de prueba y puede ser utilizada para pagar servicios, impuestos o incluso comprar algo para comer en Starbucks, McDonald’s y Subway.
Por otro lado, el mismo gobierno del gigante asiático no se encuentra a favor del uso libre de cualquier criptomoneda. Según afirman, su uso sin regulación alguna es “muy arriesgada” para la economía del país, y han aprobado leyes para prohibir su comercialización por fuera de las divisas confirmadas. Observando este contexto, es posible afirmar que el surgimiento del yuan como criptomoneda se debió justamente a este intento de regular la compra de otro tipo de divisas no autorizadas.
Estas iniciativas aún están en una etapa muy inmadura, pero los efectos de las mismas pueden ser enormes para las economías en un futuro no muy distante.
Estrategias para evitar sanciones internacionales
Por otra parte, parece que el centro de todas las miradas internacionales en la actualidad se encuentran en Rusia. Según su gobierno, los ciudadanos de dicho país tienen en su poder cerca de 214.000 millones de dólares en criptomonedas, reuniendo cerca del 12% del total mundial. Este modo de inversión resultó muy conveniente, sobre todo para grupos acaudalados que buscaban proteger su dinero de las sanciones extranjeras.
La caída de la Bolsa de Moscú también fue un efecto disparador de la adquisición de las criptomonedas, puesto que el valor de la divisa oficial bajó considerablemente durante este período.
Aunque la tecnología BlockChain que conforma las criptomonedas es transparente y permite rastrear las operaciones, existen criptomonedas como Monero, DASHo Verge que ofrecen mayor anonimato a los usuarios. Esto lo convirtió en una ventaja, aunque también supone grandes dificultades para quienes buscan aplicar dichas sanciones.
La criptomoneda como estrategia para impedir sanciones no provienen solamente de Rusia, países como Irán también lo han hecho. Al ser un país exportador de petróleo, aprovechó el excedente energético que no puede vender en el extranjero por las sanciones para minar bitcoins. Como esta actividad requiere grandes cantidades de energía, se puede aprovechar el exceso para obtener como recompensa bitcoins a los mineros. Irán acumula cerca del 4,5% del minado de bitcoin, reportando más de mil millones de dólares anuales.
Estos proyectos, aunque debatibles, nos permiten evaluar la importancia cada vez más creciente que poseen en las economías mundiales.
Convivencia de las criptos con las divisas tradicionales
En algunos países más que en otros, las billeteras digitales y las criptomonedas causaron cierto “recelo” en el sector tradicional. La convivencia entre las criptomonedas y las monedas oficiales parece ser para muchos, algo que no es posible, mientras que otros creen que podrían traer muchos beneficios a los usuarios.
La descentralización de las criptomonedas permiten a los usuarios realizar transacciones donde el valor no depende de los entes gubernamentales. Esto puede ser un problema para integrarlo en un mercado tradicional, puesto que este nivel de control es importante para los gobiernos: especialmente para controlar la inflación, tasas de interés y la política monetaria del país. Teniendo en cuenta esto, podemos concluir que una moneda controlada y regulada por un gobierno perdería muchas de las ventajas que identificaban a las criptomonedas.
Aunque muchos entes intentaron regular las criptomonedas, este elemento no está pensado para serlo y esto podría convertirse en un juego del “gato y el ratón”. La problemática probablemente sea mucho más compleja de lo que aparenta, y va mucho más allá de la discusión de si una criptomoneda puede reemplazar a las monedas físicas.
Más allá de la regulación, muchos consideran que los gobiernos deben funcionar como puentes entre las monedas oficiales y las criptos. Sin embargo, para lograrlo es necesario un entendimiento profundo de la estructura de las criptomonedas y el interés de los usuarios en estos activos.
Para los directivos de Binance, una de las compañías especializadas en transacciones con criptomonedas, el gobierno que reconozca a las criptomonedas con carácter más oficial también podrá tener muchas ventajas sobre otros gobiernos que no se animaron a dar el salto. Hasta el día de hoy, aún no se ha implementado algo similar a estas escalas, pero probablemente sucederá a largo plazo.
¿El dinero del futuro?
En octubre de 2021, se lanzó ProShares Bitcoin Strategy, constituyendo el primer fondo cotizado de bitcoin. En otras palabras, se trata de un fondo de inversión que cotiza en la bolsa como cualquier producto o servicio, pero con la diferencia de que su valor depende directamente del valor de esta criptomoneda. El anuncio de este fondo causó furor y marcó un récord histórico, superando los 56 mil euros cada una de las acciones.
A pesar de que las criptomonedas no están emitidas por ninguna autoridad monetaria, el hecho de estar presentes en la bolsa a través de un producto reconocido y regulado, aportó seguridad para los inversores más tradicionales. Esto podría ser un paso hacia una economía mucho más influenciada por la criptomoneda, la cual está integrándose al mercado internacional. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, parte de la esencia del bitcoin radica en su descentralización, motivo por el cual existen opiniones en contra de estas iniciativas.
Actualmente, se pueden comprar y vender Bitcoins (o cualquier otra criptomoneda) utilizando distintas plataformas, motivo por el cual se está incorporando al mundo de los negocios. Cada vez más empresas y sectores económicos están interesados en ofrecer este modo de pago. Las plataformas especializadas en transacciones con criptomonedas se encuentran trabajando arduamente para que su uso sea cada vez más cotidiano, con funcionalidades que facilitan enormemente esta tarea.
En países con una inflación importante o en contextos de crisis, como en países de África o América Latina, las monedas reconocidas por los gobiernos se encuentran en constante devaluación. Las criptomonedas comenzaron a ser una alternativa viable para invertir y al mismo tiempo, preservar el valor de sus bienes.
En Argentina, por ejemplo, el interés por las criptomonedas creció un 136% según Google Trends, respecto a períodos anteriores a 2020. Muchas familias escogieron esta alternativa y gracias a la información disponible, cada vez más se encuentran interesadas en adquirirlas como medio de ahorro. El peso argentino se encuentra bajo una devaluación del 50% anual, mientras que las restricciones a la compra del dólar marcaron una tendencia no prevista por el gobierno de dicho país.
Extinción del dinero en efectivo
Siguiendo con el ejemplo antes mencionado, la desconfianza hacia los entes bancarios y la imposibilidad de ahorrar de formas tradicionales, dejó dos opciones para la población: esconder sus ahorros en efectivo en sus casas, o invertir en criptomonedas.
La primera opción podría ser la escogida para las personas más escépticas, pero realmente es una modalidad de ahorro que tenderá a desaparecer. Los riesgos que supone a la seguridad de la familia son motivos suficientes para no hacerlo, teniendo en cuenta la cantidad de robos que ocurren día a día. La compra de criptos, por otro lado, puede ofrecer la seguridad de tener los activos a resguardo de este tipo de ilícitos, y por fuera de entes bancarios del gobierno.
En la pandemia, el uso de dinero en efectivo se redujo drásticamente y los métodos de pago a distancia comenzaron a cobrar mucha importancia en la vida cotidiana. Aunque esta tendencia podría continuar en el futuro, los expertos creen que el uso de dinero físico no desaparecerá por completo. Probablemente pueda mantenerse como una alternativa en zonas donde no sería posible realizar conexión a internet, o para realizar pequeñas compras.
Una encuesta nacional del Banco de España realizada en 2020, detalla que cerca del 35,9% de los ciudadanos manifestaron utilizar efectivo como el medio de pago más habitual. Cerca del 54,1% prefiere realizar compras a través de billeteras digitales o tarjetas de crédito como método de pago preferido. Tanto es así que quizás el uso de cajeros automáticos pueda quedar obsoleto en cinco o diez años, siendo el principal medio de pago las monedas digitales, tanto divisas reconocidas gubernamentalmente como las criptomonedas.
Conclusión
Una vez que analizamos a profundidad el contexto mundial y las estrategias que se están adoptando alrededor de las criptomonedas, podemos afirmar que efectivamente, están causando revuelo en las economías tradicionales. A pesar de que la esencia propia de las criptomonedas se encuentra en la descentralización y su relativa libertad de las regulaciones gubernamentales, es un hecho que los mismos gobiernos comenzaron a implementarlos para cumplir diversos objetivos.
Algunos de ellos pueden ser para acrecentar las economías de sus países, mientras que otros se encuentran en incentivar el uso de la divisa local, trasladándose hacia el mundo cripto. No obstante, una gran mayoría del mercado se moviliza a través de la población por suponer grandes oportunidades y ventajas frente a las monedas tradicionales, tales como sus ganancias y transparencia. Aún es muy pronto para especular si las criptomonedas algún día podrán reemplazar a las monedas tradicionales, aunque se prevé que podrían coexistir durante un tiempo como medios de pago válidos por igual.
Tras la crisis sanitaria, la población demostró tener mucha más apertura al mercado con criptomonedas, reconociéndolas como una divisa con valor para comprar, vender o adquirir productos. A pesar de que muchos gobiernos no se encuentran a favor de su utilización, resulta innegable el hecho de que este método de pago se está implementando a pasos agigantados en empresas y negocios.
Probablemente, las criptomonedas continúen siendo una alternativa más dentro de un abanico de posibilidades, o bien que algunas de ellas comiencen a regularse de forma oficial. Sólo resta esperar, y ser observadores de las tendencias que el mercado nos pondrá a largo plazo.
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