En los últimos años, el arte experimentó grandes cambios en cuanto a su difusión y transmisión. La virtualización impuso esta revolución: los medios por los cuales se puede compartir se diversificaron, permitiendo que más personas puedan producirlo y adquirirlo. Tanto las oportunidades como los retos en la industria se han disparado, abriendo un nuevo panorama que vale la pena profundizar.
Aunque una mayor difusión y accesibilidad pueden suponerse como oportunidades, también es necesario considerar los retos. Entre ellos, puede encontrarse desafíos como la implementación de la expresión creativa mediante el uso de la tecnología. Asimismo, la reproducción masiva también supuso un inconveniente que con el tiempo, pudo ser resuelto mediante blockchain.
A partir de entonces, tanto los artistas como los coleccionistas observaron nuevos nichos en el mercado y una futura promesa para miles de inversionistas.
No obstante, para conocer a detalle cuáles son los retos que tienen los artistas de aquí en adelante, es necesario estudiar sobre este cambio en la industria.
¿Cuáles son las oportunidades y los retos en el arte digital?
Cuando hablamos de arte, solemos recordar galerías de arte con pintorescos cuadros que cuentan con muchos años allí, viendo desfilar a una multitud de espectadores. Sin embargo, este concepto cambió radicalmente en los últimos años. Al igual que la gran mayoría de los aspectos de la vida cotidiana, el arte también se digitaliza.
Actualmente, no es necesario concurrir a un museo para disfrutar del arte, ni tampoco concurrir a una tienda para adquirir el último disco de nuestra banda favorita. Todo se encuentra al alcance de un par de clicks, lo cual es una enorme ventaja.
¿Por qué lo digital puede ser una ventaja?
Todo lo que se encuentra en internet, y más aún en plataformas especializadas, aumentan su exposición a una enorme audiencia. A diferencia del arte físico, puede ser accesible a personas que se encuentran en regiones mucho más distantes (por no decir a la vuelta del mundo). Para el artista esto es una gran ventaja, ya que multiplica las posibilidades de poder transaccionar o compartir su arte.
Poco a poco, muchos creadores de contenidos comenzaron a introducirse en este mundo, compartiendo su material, hasta incluso creando tiendas para comercializarlos. Sin embargo, aquí surgieron algunos inconvenientes: qué sucede con la propiedad del arte.
Simplemente con una captura de pantalla es posible obtener una copia sin siquiera adquirir una ilustración, o incluso los compradores pueden compartirla en alta calidad sin mayores problemas. Este problema, no menor, era un hecho por el cual muchos artistas desistían de digitalizar su trabajo.
Por otro lado, esto también podría haber sido un nicho para estafadores, que comercializaban contenido falsificado, o copias sin autorizar. Esto le restaba mucha presencia a los potenciales compradores.
No obstante, este desafío se convirtió en una oportunidad para el mundo cripto: los NFT.
Los token no fungibles fueron una respuesta a esta problemática, creando una herramienta que evita la falsificación y plagio del arte digital. Esto permitió que pueda venderse o transferirse de forma segura, tanto para el artista como para el comprador.
Esto es posible gracias a blockchain, el cual permite una verificación de autenticidad que garantiza la propiedad sin chances a que exista un duplicado o falsificado que afecte su credibilidad. Por esta razón, se abrió un nuevo mundo del arte, donde comenzaron a surgir figuras como Beeple, uno de los artistas con más ventas en el mundo.
Con los medios de seguridad asegurados, miles de personas se interesaron en digitalizar su arte, pero en este punto es importante destacar que esto supone un cambio radical en su esencia. Los pinceles se reemplazaron por lápices digitales y software especializados para este fin. En la pandemia, muchos artistas se volcaron en el aprendizaje de nuevas técnicas, al verse imposibilitados de continuar con su profesión del modo tradicional.
El surrealismo y el collage se convirtieron en las nuevas tendencias, con inspiración en la tecnología y los sucesos que marcaron este período (pandemia, virtualidad, criptomonedas, películas, entre muchos otros).
El arte al alcance de la pantalla
Inspirados en la creciente necesidad (u obligación) de generar un distanciamiento físico, muchas instituciones culturales buscaron un nuevo paradigma en el concepto del arte. El foco de su reorganización se encontró basado en la forma de transmitir sus colecciones a través de su digitalización, con novedosas iniciativas en internet. Muchas apuestas están centradas en crear exposiciones virtuales, con nuevas experiencias alrededor de la apreciación del arte.
Así surgieron propuestas muy ingeniosas, en las cuales era posible recorrer estos sitios mediante la experiencia 360º de la misma forma que se haría físicamente, pero desde la comodidad de nuestras casas.
A pesar de que poco a poco, la presencialidad está comenzando a retornar en las vidas cotidianas, las visitas en muchas de estas galerías están muy lejos de las cifras previas al inicio de la crisis sanitaria. Esto puede darnos una pista de que las tendencias ya no poseen un retorno y es probable que la virtualidad sea el modelo predominante para el arte.
Aunque para instituciones a gran escala esto pudo haber sido un problema, para los artistas supuso una gran oportunidad. Sin necesidad de intermediarios o casas de subastas, pudieron obtener más ganancias a partir de sus proyectos desde la comodidad de sus escritorios. Muchos de ellos se desempeñaban en otras tareas, debieron abandonar sus profesiones y fue el impulso necesario para dedicarse a dibujar o producir su arte, al considerar las nuevas oportunidades en el mercado.
Los artistas independientes que producían a pequeña escala, encontraron un medio por el cual darse a conocer. Tanto los autores, como cantantes, cineastas e ilustradores observaron un futuro prometedor, donde su proceso creativo es un gran potencial para obtener un sustento económico.
Con el BOOM de los NFT en 2021, se comenzó a considerar como un sinónimo del arte digital y se lanzaron cientos de plataformas que hacen posible esta expansión alrededor del mundo. Es probable que esta modalidad de compartir el arte pueda convertirse en el principal medio en los próximos años.
Proyecciones a futuro en el arte digital
Tal como se mencionó a lo largo del artículo, la digitalización marcó un camino de ida y no existe un retroceso. El arte digital llegó para quedarse y poco a poco, comienzan a resolverse los inconvenientes propios de la virtualidad a través de la tecnología blockchain.
Atrás quedó la época donde la accesibilidad era considerada como un factor en contra para convertirse en un nuevo modo de apreciación de la expresión humana. Los NFT van a permitir una verdadera revolución en diferentes áreas tales como la ilustración, la música, el diseño hasta incluso la literatura. Los elementos de pertenencia pueden vincularse con elementos de la marca personal de cada uno, y esto le otorga un valor único en el mercado.
A pesar de que actualmente ya tienen un gran volúmen de información, el arte digital comercializado por NFT todavía está en sus fases iniciales. Podemos afirmar esto si lo comparamos con la gran cantidad de transacciones que actualmente existen con las criptomonedas, por ejemplo. Sin embargo, su crecimiento exponencial es un factor que muchos especialistas consideran como una tendencia a futuro y descartan la posibilidad de una moda pasajera.
Se estima que a futuro, el arte digital tendrá mayor presencia de artistas independientes que buscan compartir sus trabajos sin intermediarios. Además, probablemente estará acompañado por una cantidad cada vez más grande de coleccionistas dispuestos a apoyar esta nueva revolución del arte.
A diferencia de las criptomonedas, los NFT ofrecen una alternativa de inversión más estable, con ciertas garantías y beneficios que la convertirán en una excelente alternativa para quienes buscan un activo. El arte, en este sentido, será una opción viable y atractiva que incentivará su crecimiento digital.
Conclusiones
El arte está comenzando a adentrarse en una nueva etapa que encuentra tanto oportunidades como desafíos. Como pudo observarse con la aparición de NFT, los desafíos no suponen un punto negativo necesariamente, puesto que una resolución tecnológica abrió las puertas a un crecimiento nunca antes imaginado.
La diversificación del arte, producto de los artistas independientes, es un factor que permitirá el desarrollo de estas tecnologías en un futuro. No quedan dudas de que aún nos encontramos en fases iniciales del desarrollo del arte digital, motivo por el cual seremos testigos de su expansión en los próximos años.
En un futuro, el arte digital comercializado a través de NFT será el modelo principal para apreciar la expresión humana, en un modelo más respetuoso con el derecho a la propiedad de su creador. Por otra parte, la digitalización de museos y galerías de arte va a permitir que más personas puedan conocer las enormes colecciones de arte, sin necesidad de transportarse físicamente, muchas veces a grandes distancias.
En otras palabras, se prevé que el arte digital va a iniciar un período más accesible, masificado y participativo, en donde todos sus participantes puedan tener su presencia. Sólo resta continuar investigando y estar al tanto de cómo evolucionan estas tendencias que nos están introduciendo en una verdadera revolución digital.
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